miércoles, 7 de marzo de 2012

El cancer, la carretera y el peaje


Hace algunos años trabajé en una empresa de publicidad. Recuerdo con mucho cariño a Javier, el dueño de la empresa. En una etapa de mi trabajo, cada semana debia viajar a Madrid. Para llegar a la ciudad podia ir por la carretera normal o coger una de peaje. Javier me decia: - Marcelino, tu siempre coge la de peaje y me pasas los gastos. 
En mi corta mentalidad empresarial para mí era caro el precio a pagar por el peaje. En la mentalidad empresarial de mi jefe, el peaje no era un problema sino una oportunidad para llegar antes. Si yo tomaba un camino diferente al que Javier me recomendaba, podria significar perder tiempo y finalmente dinero. 
Cuando pienso en el cancer que padece mi hermana puedo tener una mentalidad corta o amplia. Puedo ver el cáncer como un problema o como una oportunidad.
Ahora, tu pudes preguntarme: 
Tu) - ¿Una oportunidad para qué? 
Y yo puedo responderte:
Yo) - Basicamente, para llegar antes y en condiciones. Porque coger una carretera con la  única mentalidad de ganar tiempo para cumplir tu trabajo, te centra en ello. Al igual que la carretera, la enfermedad te pule, te centra, te da una perspectiva equilibrada de cómo vivir el momento.  
Tu) - ¿Y para llegar antes, a dónde?
Yo) - A la casa del Padre.
Tu) - Pero, el precio del peaje es muy alto!!
Yo) - Puede que sea caro, pero la empresa lo vale. 
Tu) - Ya, pero quiero disfrutar la vida, el paisaje de la otra carretera...  
Yo) - Te entiendo, pero es que no estamos aquí para disfrutar la vida sino hacer la voluntad del Padre.  
Tu) - Pero, es que si cojo la carretera de peaje no puedo detenerme un momento a disfrutar el Centro Comercial XANADU que está en la otra carretera.
Yo) - Te entiendo, pero yo estoy pensando en la macro empresa, mientras que tu solo piensas en ti... en lo que tú quieres, en lo que tú sientes, en lo que a ti te preocupa, en pasarla lo mejor posible a costa de que otros pierdan y aún a costa de lo que tu mismo puedas perder. En los negocios del Padre los costos son altísimos y las pérdidas también. Las pérdidas se cuentan por vidas... y no por dinero. Una vida de turismo te pierde a ti y pierde a otro. Tú tienes la responsabilidad de elegir donde invertirte y solo hay una empresa con superavit... "estar a cuentas con Dios". 
Esta reflexion me está llevando a replantear mi ruta en cada intersección de mi vida,
¿qué camino debo escoger? Y no estoy hablando de dudar en cuanto a mi destino, sino qué ruta es conveniente seguir para alcanzar mis objetivos sin perder tiempo. Y mis objetivos, ¿son de pensamientos macro empresariales o micro egoistas? Y... ¿qué pasa si no hay camino donde escoger y lo que me espera es un trecho fangoso y lleno de dificultades?. Pues hay que seguir con la esperanza de saber que es el camino indicado por El y el mas rápido para llegar salvo a destino. 
PD: A mi hermana Sandra. Cuando llegues al cielo, nuestro amado Dios te pagará los gastos... con creces!!     

2 comentarios:

elyzzaberaka dijo...

¡gracias Marcelino, por este mensaje tempranero que me ha dejado sin poder ver nada...! también me he quedado sin palabras, pero en ese silencio y en ese "no ver" momentaneo, sé que lo que siento vos lo entendés...
Estoy plenamente de acuerdo con tus meditaciones.. Un abrazo cariñoso y seguro que Sandra, estará también preparada para lo que venga, y se presente en su ruta hacia el Hogar...

Jose Manuel dijo...

Hola. ¿podrías cambiar el fondo del texto o de la fuente?